Este fue el correo electrónico que envié a mis amigos y familiares, una vez que había sido evacuado del lugar de la tragedia (Los Corales – Caraballeda, Estado Vargas, Venezuela) y había conseguido llegar a casa de mis padres en Caracas. En realidad, cuando llegué y vi que mis padres estaban bien, me fui directamente a la cama, y no envié el correo hasta el día siguiente.
De: Enrique Freire
Enviado el: lunes, 20 de diciembre de 1999 16:25
Para: Amigos
Asunto: Estamos a salvoHola amigos.
Gracias a todos por la preocupación que mostraron por mi familia y por mi; quiero por medio de la presente avisarles que llegué a Caracas ayer por la tarde. Estoy quedándome temporalmente en casa de mis padres.
Disculpen que no conteste personalmente muchas de las llamadas pero perdí la mayoría de los teléfonos y las líneas están muy congestionadas por lo que no he podido comunicarme con muchos de ustedes. Inclusive perdí algunos números que me dejaron en la contestadora al tratar de recuperar las numerosas llamadas. Les resumo lo ocurrido. Como ustedes saben, las lluvias fueron constantes durante las últimas semanas. Estaba en Caracas y bajé el día Martes en la tarde a mi apartamento de Caraballeda (edificio Coral Park) con objeto de votar al día siguiente (Miércoles 15) en el referéndum para la Asamblea Constituyente convocado por Hugo Chávez. Pese a la tragedia en ciernes, el presidente se negó a aplazar el referéndum.
Durante todo el día 15 la lluvia fue permanente y no pude regresar a Caracas al culminar la votación, debido a que la autopista había sido cerrada. En la mañana del Jueves 16 (9:00 am aproximadamente) la lluvia arreció y se desbordaron los ríos, uno de los cuales desemboca a unas dos cuadras de mi edificio. Poco después se fué la luz, el agua y quedamos totalmente incomunicados (teléfono fijo CANTV, celulares, luz, radio ni televisión).
A las 10:15 am vimos con asombro como se produjo un enorme alud de barro, rocas de varias toneladas y grades árboles arrancados de cuajo, que venía desde la montaña atravesando toda Caraballeda de sur a norte. Comenzó destruyendo la puerta de estacionamiento, luego los muros del edificio y finalmente arrasó todo a su paso: llenó las piscinas, acabó con el parrillero, arrastró el mobiliario de las áreas comunes de nuestro edificio, vehículos y casas llevándoselas al mar, mientras otras quedaban sepultadas bajo metros de lodo, rocas y troncos de árboles. Vimos decenas de personas arrastradas por el alud.
Minutos después el río San Julián abrió diferentes cauces, uno de los cuales atravesaba nuestro edificio. A las 10:40 se produjo una avalancha de rocas que procedían de la montaña (muchas de ellas de mas de tres metros de diámetro y varias toneladas). Eran miles de rocas que arrasaron con el pueblo, llevando por delante quintas y algunos edificios. Muchas de estas rocas golpearon las columnas del edificio y atravesaron las áreas comunes para ir a parar al mar. El edificio vibraba con la avalancha, y el ruido que se sentía era comparable al de un bowling, donde los bolos éramos nosotros. La corriente de agua, barro, piedras, troncos y objetos arrastrados que pasaba a través del edificio formó en la costa una playa de mas de 80 metros de ancho sepultando cadáveres que habían sido arrastrados a su paso desde la montaña hasta nuestro edificio, atravesando la zona de Los Corales de Caraballeda.
Las áreas comunes del edificio quedaron arrasadas y completamente enterradas por el alud. El edificio quedó tapiado en sus dos entradas (Avenida Costanera y Avenida La Playa). Pese a nuestros temores de que las bases del edificio hubieran resultado dañadas y un nuevo alud pudiera ocasionar fallas severas en la estructura, no podíamos salir del edificio por miedo a ser arrastrados por el alud. Cuando la lluvia cesó, fué necesario romper la pared de la escalera a nivel del segundo piso para habilitar una entrada, por la cual recibimos a numerosas personas que vivían en las quintas vecinas y cuyas casas quedaron destruidas. Había numerosos heridos y estábamos incomunicados, sin agua, luz ni alimentos.
En vista de lo precario de la situación decidimos abandonar el edificio el día Sábado a las 6:00 de la mañana y dirigirnos a los campos de golf dónde estaban evacuando personas con helicópteros. Ese día volvió a llover y en nuestra caminata a los campos de golf tuvimos que atravesar el río con algunas personas de edad avanzada. Lamentablemente un padre de familia que también lo estaba cruzando con tres niñas (una de 8 meses y otra de 2 años cargadas en los brazos y una de doce años que iba a su lado) vió como a su hija mayor la arrastraba la corriente sin poder hacer nada para evitarlo.
La avenida Costanera estaba totalmente sepultada en fango y piedras y restos de vehículos y otros objetos procedentes de las quintas de lo que fué la Urbanización Los Corales. Mi automóvil quedó sepultado bajo el fango con otros tres automóviles encima. Había decenas de personas armadas saqueando y robando, pero como íbamos en grupo afortunadamente no tuvimos problemas. Cuando llegamos al campo de golf de Caraballeda, tuvimos que hacer una cola de cientos de personas, día y noche, bajo la lluvia torrencial y con pocas esperanzas de que nos evacuaran.
Permanecimos todo el día sábado y la noche correspondiente en el campo de golf bajo la lluvia, sin tener nada para resguardarnos. En la tarde del sábado nos trajeron agua y algo de comida (increíble: latas de sardinas y atún sin abrelatas por lo cual no pudimos usarlas, paquetes de sal, azúcar y harina de maíz precocido, los cuales no nos servían de nada por carecer de luz ni gas). La noche fue terrible. Cientos de personas permanecimos de pie, guardando la cola, bajo la tormenta y la fuerte lluvia, con los pies enterrados en el lodazal y sin forma de guarecernos. Temíamos que se produjera un nuevo alud de alguna montaña vecina pero no podíamos perder nuestro puesto en la cola, aún bajo la lluvia. Bajo el torrencial aguacero, una fuerte tormenta y en total oscuridad, una «improvisada profeta» comenzó a gritar que nos arrepintiéramos de nuestros pecados, pues el fin del mundo había llegado. Sinceramente la mayoría así lo creímos, pues las últimas noticias que habíamos escuchado por la radio antes de quedar incomunicados hablaban de lluvias torrenciales en lugares tan dispares como Rusia, Brasil y China. En la madrugada del domingo un médico que coordinaba acciones de salvamento nos advirtió que solo evacuarían a venezolanos o a ancianos, niños, por lo cual los que habíamos nacido en el extranjero tendríamos que caminar hasta Maiquetía (incluso aunque tuviéramos también nacionalidad venezolana).
Nos rebelamos, pues varios médicos que también esperaban ser evacuados afirmaban que si caminábamos a Maiquetía en aquellas condiciones (había muchos cadáveres en descomposición, ríos crecidos, etc.) prácticamente nos condenaban a muerte. Los militares nos apoyaron y desautorizaron al médico que dió la orden, y al día siguiente (Domingo) comenzaron a embarcarnos en fragatas que salían de la marina de Caraballeda hasta el puerto de La Guaira. Desde La Guaira debíamos caminar hasta Maiquetía, dónde habían habilitado autobuses que nos subirían a Caracas. La caminata desde La Guaira a Maiquetía fué lo peor, por la cantidad de cadáveres que vimos al pasar, saqueos, lo abrupto del camino (quebradas desbordadas, derrumbes, la vía completamente bloqueada). Afortunadamente pudimos llegar al lugar desde dónde salían los autobuses y desde allí nos trasladamos a Caracas. Mis padres fueron evacuados en helicóptero desde el campo de golf hasta Maiquetía y también subieron en autobús. Damos por perdidos ambos apartamentos, el de mis padres y el mío, así como los automóviles.
Pude tomar algunas fotos, las cuales podrán ver a partir del Miércoles en la dirección https://goo.gl/zvzJdb. Llegué con los pies ampollados y una fuerte insolación, por lo cual decidí bañarme, comer y descansar y no contesté ayer las numerosas llamadas de apoyo y solidaridad que recibí de ustedes.
De más está decir que me conmovió el hecho de haberme sentido perdido, aislado del mundo y en peligro de muerte y al día siguiente comprobar que todos mis amigos estaban ahí apoyándome. Inclusive dos grupos de amigos, cada uno por su cuenta, enviaron helicópteros a buscarnos a mi edificio, pero lamentablemente ya habíamos escapado a los campos de golf para que nos evacuaran, cuando los helicópteros llegaron.
Desde ayer en la tarde hasta el momento que les mando este email he recibido mas de doscientas llamadas ofreciéndome toda clase de apoyo y demostrándome lo que es la verdadera amistad. Muchas gracias. Perdonen que tal vez en muchas ocasiones yo no haya sido el buen amigo que debería, concentrándome demasiado en el trabajo y dejando pasar la fantástica oportunidad de compartir con ustedes. Sin embargo, quiero que sepan que igualmente me tienen aquí y pueden contar incondicionalmente conmigo cuando lo necesiten.
Les pido a todos aquellos que me reportaron como desaparecido a diferentes medios de comunicación avisen que estamos todos bien. Trataré de devolver todas las llamadas pero les agradezco que me envíen sus teléfonos pues mi agenda se perdió con el automóvil.
Una vez mas gracias. Ustedes son lo mas valioso que tengo y me han permitido el honor de comprobar que no los he perdido.
Gracias.
Enrique
Buenas noches Enrique,
Recibe un cordial saludo, Me llamo Raymer Ramirez soy del Palmar Este, Caraballeda de toda la vida, tu cara me es conocida pero no logro recordarte del lugar exacto aquí en la zona. excelente Blog este que tienes.
La razón por la que te escribo es por que estoy buscando fotos de la tragedia de Vargas del 1999 y como veo que tu tienes publicadas algunas fotos me preguntaba si tu las tomaste? y si es posible me facilites algunas de estas fotos por supuesto dándote el crédito por las fotos la requiero en lata resolución.
Yo soy Técnico en Manejo de Desastres y Gestión de Riesgo, tengo una especialización en Manejo de Desastres y Gestión de Riesgo la cual realice en el 2006 en Japón con el Centro Asiático de Desastres y La Agencia Internacional de Cooperación Japonesa. en la actualidad trabajo independiente un que casi no sale trabajo por que sencillamente las personas de este país poco le interesan preparase para los desastres. Bien justamente por esa falta de inveteres en la población y las instituciones estoy escribiendo una Guía Practica de Preparación Para Desastres la cual esta orientada a las comunidades y cualquier persona que no tenga la menor idea de como hacer frente a los desastres naturales, para esta guía necesito colocar 2 o 3 buenas fotos del desastre de Vargas pero lamentablemente perdí todas mis fotos en un robo donde me quitaron mi computador portátil y únicamente las tenia allí.
guardadas.
Si esta en tus posibilidades ayudarme con las fotos te lo agradezco mucho.
Saludos cordiales,
Raymer Ramirez
raymer88@yahoo.com
Buenas tardes, agradezco si tienen la letra de la musica que fue compositora para la tragedia de vargas por los que se fueron, la letras es algo asi, AHI UN CORO DEBAJO DEL MAR, HAI UN CORO ANUNCIANDO POR LOS QUE SE FUERON, CARABALLERA CARABBALERA, NAIGUATA NAIGUATA. ES ALGO ASI. Gracias por su colaboracion……
Hola, buenas noches. Está muy interesante la manera en como registro todo lo que usted vivió. Yo también lo viví, solo que no en Los Corales, y creo que nadie mejor que usted para que me saque de una duda. Tengo unos familiares que compraron una casa en Los Corales. Queda situada detrás de las residencias Parque Mar, en la Av. 16 de Los Corales. Los que viven por allí dicen que no les pasó nada. Quería saber si eso era cierto, ya que confío en lo que usted me diga ya que lo vivió. Gracias de antemano.
HOLA POR FAVOR NECESITO QUE ME DIGAN DONDE PUEDO UBICAR LAS FOTOS DE LOS NIÑOS DESAPARECIDOS YA QUE TENGO SOSPECHA DE SABER DE UNO QUE LO TIENE UNA FAMILIA AYUDENME POR FAVOR !!!!!!!!! GRACIAS DIOS SE LOS PAGARA……..